Feliz Cumpleaños MOZZ!!!!!

Para entender el universo de Morrissey, a veces alcanzan sólo sus palabras: “Siempre me causó desprecio la gente común. Nunca me sentí cómodo en un mundo normal, simple y humilde”, declaraba en una de sus últimas entrevistas como miembro de los Smiths.

También, deberíamos adentrarnos en su niñez o en la soledad de un artista que a los 12 años comenzó a forjar su personalidad gracias a la prosa de Oscar Wilde.

Nacido como Steven Patrick Morrissey, el 22 de mayo de 1959, Moz siempre despreció la vulgaridad y el costumbrismo de la sociedad que lo rodeaba. Luego de pasar por la obra de Wilde, ya de adolescente, fue cultivando su iconografía rockera con dosis exactas de canciones de los New York Dolls, largas sesiones de lectura de críticas musicales y un amor incondicional hacia la imagen del desaparecido actor James Dean.

Amante de los mitos y las excentricidades, cuando salió de su ostracismo, Morrissey rápidamente se destacó dentro de la incipiente escena punk inglesa, agregando poesía a la velocidad del grupo Nosebleed, que por aquellos años comandaba. “Me gusta la música dura y su contraste con la poesía más pura”, decía por entonces.

Así, un 20 de mayo de 1982, un precoz guitarrista llamado Johnny Marr lo convence de que juntos podrían modificar la historia del rock. Durante 5 años, la banda que formaron, The Smiths, piloteó la tormenta creativa de la música británica. Sin embargo, a pesar de ser considerada una banda clave de los ochenta, The Smiths nunca fue un fenómeno de masas. Su espíritu indie y la polémica pluma de su líder trazaron las coordenadas de lo que hoy se conoce como "rock de culto".
Marr abandona al grupo por diferencias con su ex compañero y Morrissey delinea su futuro solista que se cristalizará en 1988 con el lanzamiento de Viva Hate. A partir de aquí, la carrera de Moz se vino en picada. Discos intrascendentes como Kill Unkle (1991) o Southpaw Grammar (1995) se intercalaban con otros de mejor factura, entre los que se destaca Your Arsenal (de 1992 y producido por Mick Ronson, carismático ex guitarrista de David Bowie). La misma prensa británica que años antes lo ubicaba en un pedestal, ahora cargaba despiadadamente contra Moz.

Abatido y en disidencia con los medios y muchos de sus colegas que se sumaban para flagelarlo, Morrissey abandona la gris Inglaterra para establecerse en las soleadas playas de Los Angeles (USA). Desde ese momento, mediados de los noventa, la única señal que ofreció al mundo fue su silencio, interrumpido en los albores del nuevo milenio con un tour al que apodó Oye Esteban!, y con el que pisó por primera vez suelo chileno en marzo del 2000. Sin embargo, alcanzó con un ramo de rosas para que el pequeño sello independiente Attack lo convenciera de regresar a los estudios. Haciendo honor a su leyenda, en el 2004 vuelve a la carga con You Are The Quarry, un trabajo que lo resucita y refleja sus momentos dorados.
Así llegamos a este presente con Ringleader Of The Tormentors, quizá su obra definitiva. Moldeado y ensayado en Roma (su actual lugar de residencia), el disco clava la daga en la esencia del mejor Morrissey. Grabado en Forum Music Village (los estudios romanos de Ennio Morricone) y producido por Tony Visconti (Bowie y T Rex), la placa es un puñado de composiciones que rozan la perfección. Guitarras que pegan latigazos a melodías que crecen y se hacen fuertes entre la miseria y la basura humana.